Teseo
Teseo, que desde muy joven había destacado por su fuerza y su valentía, decidió dirigirse a Atenas en solitario para conocer a su progenitor sin temer los peligros que podía entrañar el viaje.
El primero en experimentar su valor fue Perifetes, luego fue Sinis, el doblador de pinos. Después le tocó enfrentarse a Escirón, quién obligaba a los viajeros a lavarle los pies en el mar. Luego los arrojaba al mar donde una tortuga al servicio de Hades los devoraba. Teseo se negó y cogiéndolo por los pies lo tiró al mar.
Teseo mata a Procusto
No lejos de ahí vivía Procustes, un hermoso bandido que tenía el hábito de tomar a los transeúntes para deformarlos. Primero los seducía, y los ataba a la cama y amordazaba; en ella daba entoces comienzo a una atroz tortura. A los altos los metía en una cama pequeña y les cortaba los pies y las manos hasta que cabían. A los más pequeños los metía en una cama grande y los estiraba con las cuerdas y a martillazos. Teseo lo mató de la misma forma en que él mató a sus víctimas: lo sedujo con juegos, lo ató y amordazó en la cama más pequeña, dada su altura. Luego lo torturó con el martillo y le cortó los pies y finalmente la cabeza.
Teseo continuó su viaje y llegó a Atenas, pero se encontró con un inconveniente: su padre se había casado con Medea, la que había sido esposa de Jasón. De esta unión había nacido un hijo al que llamaron Medo.
En Atenas
Pero el toro fue derrotado y Teseo fue invitado a un banquete en el palacio para celebrar la victoria. Una vez allí Egeo puso veneno que le había dado Medea en la copa del muchacho pero la casualidad salvó su vida. Teseo fue entonces reconocido oficialmente como hijo y sucesor del rey. Teseo, haciendo alarde de su astucia militar, consiguió acorralar a sus adversarios y dar muerte a gran parte de ellos, dándose a la fuga los restantes. Teseo fue entonces aclamado por todos los atenienses y reconocido como futuro rey.
Al llegar a Creta, la princesa Ariadna se enamoró de él y propuso a Teseo ayudarle a derrotar a su hermano (el Minotauro) a cambio de que se la llevara con él de vuelta a Atenas y la convirtiera en su esposa. Teseo aceptó.
La ayuda de Ariadna consistió en dar a Teseo un ovillo de hilo que éste ató por uno de los extremos a la puerta del laberinto.
Así Teseo entró en el laberinto hasta encontrarse con el Minotauro, al que dio muerte a puñetazos. A continuación recogió el hilo y así pudo salir del laberinto e inmediatamente, acompañado por el resto de atenienses y por Ariadna, embarcó de vuelta a Atenas, tras hundir los barcos cretenses para impedir una posible persecución.
Muerte
Después de ser rescatado por Heracles del inframundo, volvió a Atenas, pero fue expulsado de allí por Menesteo y decidió establecerse en Esciros, donde además tenía posesiones. Los habitantes de Esciros lo recibieron aclamándolo, por lo cual Licomedes, rey de la isla, decidió darle muerte. Para ello, hizo que se despeñara desde lo alto de un precipicio.
Notas
- Cf. «Teseo», en Joël Schmidt, Diccionario de mitología griega y romana, Larousse-Planeta, Barcelona, 1995.
2. Martínez García, Óscar (2006). Teseo: las aventuras del héroe del laberinto. Madrid: Editorial Aguilar. ISBN 978-84-03-09677-6.
No hay comentarios:
Publicar un comentario