El papel del consumismo es crear necesidades inútiles para las personas. La verdadera cara de la publicidad es la técnica de la manipulación masiva. Ya no se intenta vender un producto por sus características sino por la asociación que este tiene a un estado de ánimo, a una situación graciosa, a un ideal de bienestar o a la apariencia al modelo que lo anuncia. La publicidad hace que tu veas al producto como algo que lo debes tener ahora para alcanzar la felicidad de lo contrario no serás feliz.
En esta publicidad de Dove podemos ver como Marg después de usar una crema anti-friz en su cabello, éste queda sedoso y cambia totalmente el estilo esponjado. Pero esto en una mujer real no va a suceder, los cabellos muy rizados no van a tener el efecto deseado, simplemente es una mentira que impulsa a las personas a consumir dicho producto para crear una belleza artificial que muchas veces no genera los resultados deseados.
La publicidad vende estereotipos de cómo una persona debe lucir o cómo debe actuar, a qué debe despreciar y qué amar. Es así que se cree que la belleza se encuentra en mujeres muy flacas, con curvas exuberantes, se sigue el modelo de la “Barbie”, la mujer perfecta. Y más tarde tenemos las consecuencias, en su mayoría en adolescentes, que siguen estos estereotipos y aparecen enfermedades como la bulimia y anorexia.
Y va mas allá pues por medio del consumismo se ha generado otra enfermedad igual de grave que las anteriores que es el sobrepeso. Pues hasta para quitar las penas es necesario ir de shopping o comer un vaso gigante de helado, para festejar cualquier cosa es necesario ir a compartir con tus amigos comiendo una “rica hamburguesa”, acompañada de la refrescante Coca cola.
En la actualidad se ha optado por ir en contra de aquella publicidad que nos lleva al consumismo, por el marketing para vendernos un producto, esa es la antipublicidad.
La publicidad es capaz de vender todo, mostrando utopías, fantasías hechas realidad al alcance de todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario